Interview with Eladio González (in Spanish)
Date: 04/27/2006 Interviewed by Lynette Bosch and Jorge J. E. Gracia Filmed by Norma Gracia Transcribed by Patricia Díaz Edited by Jorge J. E. Gracia
La entrevista se llevó a cabo en la casa/estudio del artista.[Bosch]: "Estamos aquí en Chicago con Eladio González, pintor y escultor cubano residente en los Estados Unidos. Vamos a empezar por preguntarle a Eladio sobre su pasado en Cuba, su familia, como fue de Matanzas a La Habana, después cómo salió al exilio y llegó a los Estados Unidos, a Chicago."
[González]: "Nací en un pueblo, soy un chino verdulero, como decíamos en el Teatro Nacional, yo soy un chino guajiro. Nací en una familia de padre chino, madre mulata, fuimos once hermanos. Mi padre era empleado público, mi madre era ama de casa. La mayoría de los hermanos pintaban, mi padre siempre se esforzaba para que yo fuera un artista. Mi primo era el dentista del pueblo y yo veía como jugaba con el yeso ahí en el gabinete dental Mi padre me daba veinticinco centavos cada vez que hacía un dibujo y decía: ¡Haz otro.'"
[Bosch]: (risas) "Así que te pagaba "
[González]: "Y pasó el tiempo, yo seguía haciendo mis dibujos y un buen día vino un ingeniero de Matanzas y le dijo a mi padre: Éste muchacho tiene que ir a la Escuela de Artes Plásticas a estudiar, a Matanzas.' Porque nuestro pueblo era muy pequeño. Y bueno, se me prendió la chispa, ya yo tenía como quince años. Entonces voy a La Habana pero en San Alejandro me entero que en Matanzas tenRan becas. Fui y me hicieron el examen y fui uno de los del grupo que ganó una beca. Empiezo ahí en Matanzas y estudio hasta quinto año. Era el año 60, en la época de la Revolución -- yo no estaba de acuerdo -- veo en el periódico una convocatoria que iban a hacer, en el Teatro Nacional de Cuba, talleres Voy a La Habana, hago el examen y salgo también, y empiezo a trabajar en los talleres del Teatro Nacional de Cuba y a conocer a los artistas: Portocarrero, Lamm -- la gente dice que trabajé con Lam pero nunca trabajé con Lam. Nunca me hice miembro de la UNEAC, aunque fui delegado por un compañero que tengo en Cuba que me llevó al primer congreso. Ya trabajaba para el Ballet Nacional de Cuba y la ópera. En fin, es cuando doy el brinco para Madrid, Miguel de Grande me da una carta para venir para acá para los EEUU. En el Teatro Nacional hago bastantes relaciones públicas, cojo bastante training de escenografía, atrezzo. Hacía las esculturas grandes para las escenografias. Me acuerdo que hice un Cristo muy grande para una obra, algo muy importante. Estaba yo en lo que era la Antigua Dominica Americana, detrás del Ballet de Cuba, haciendo unas figuras grandes que había diseñado Efrén del Castillo para el ballet El Lago de los Cisnes.'El me sacó de Cuba, diseñador exclusivo de Alicia Alonso. Mientras estábamos allí hice la figura grande para lo que era el trono de la obra y comienzo a hablar con Efrén del Castillo y le dije: Mira, esto a mí no me gusta.'. Entonces Efrén me dice: Bueno, mi hermano nos va a reclamar a todos.' En eso llegó Camarioca pero yo cogí miedo y no presenté y ellos sí vinieron. Me sacaron por España. En España habíamos un grupo grande de artistas y como nunca me integré en nada al sistema de Cuba, a los tres meses estaba aprobado. Antes de salir cogí dos meses para pasear. Antes de llegar aquí me voy a París y allí estuve con Padilla, un compañero. Iba a estar más tiempo, pero era mayo 11 o 10, y estaban quemando neumáticos en las calles cuando los estudiantes querían tomar Champs de Port. El del hotel me recomend\ que me fuera, pidió un taxi y me fui para el aeropuerto. Y cuando llego me dicen que el aeropuerto estaba cerrado. ¿Y tú sabes cuánto tenía en el bolsillo? 40 pesos, pero pude salir. Llego aquí un sábado por la noche en el 1968 en mayo 11 o 14, y empiezo a trabajar en el downtown un domingo con del Castillo."
[Bosch]: "Entonces tenías ya el trabajo y todo?"
[González]: "Sí, y ahora empieza la época de Chicago. Vivía en la otra esquina, en un basement, donde pagaba 65 dólares, en un cuartito chiquitico. Entonces Efrén me sugirio que pintara. En aquel entonces pasábamos tres semanas bajo cero, ahora el invierno no es nada, y yo no conocía a nadie. Cuando aquello no existía lo que existe hoy en Chicago, tantos periódicos en español, tanta televisión en español."
[Bosch]: "Sí, porque esto es un tremendo barrio latino ahora."
[González]: "No, esto es yupi, todas estas casas las compraron los yupis, esto no fue nunca latino. Cuando me mudo aquí esto era de griegos y alemanes, tan es así que hay un cine en que pasaban películas en idioma alemán. Como no conocía a nadie, empiezo a pintar y a conocer gente y un amigo me dice "¿por qué no vas a una cosa que se llama Panamerican Council?" Era una institución dirigida por americanos, una señorita llamada Marcela Hurley y Maurice Fisher, que era el editor del Chicago Daily News. Ellos vieron mis obras y dijeron: A él hay que conseguirle Chicago Press Club.' Era el año 1972. Entonces conozco a otros artistas y creamos la primera exhibición de latinos en el Museo de Ciencias e Industrias y en 1978 me invitaron para el reencuentro de escultores cubanos en Miami. Voy con una escultura que se llama Abrazo' y allá me gano la mejor mención, según Helen Edward del Miami Herald. De ahí gano el premio Cintas en 79-80 y vuelvo a París, pero regreso. Al año siguiente se inventa un show en el Museo de la OEA por la familia Mestre. Después hicimos el show del Centro Miami, y mas tarde una exhibición en el Instituto de Arte de Chicago con Cuevas, Botero y otros grandes maestros latinos. Yo le tengo gran agradecimiento a Chicago, porque llegué sin reconocimiento ninguno pero debido a mis andanzas e investigaciones de arte conozco a un italiano que tenía una fundición y con ese italiano, Anthony Fortunato, aprendo a hacer los bronces. Y tengo muy buenas amistades. Nunca me ha faltado cariño y apoyo y le estoy muy agradecido a la familia de los Castillos que me sacaron de Cuba, a mi maestro Soriano y también a mi verdadero maestro al que le debo prácticamente mi carrera, Manuel Rodolfo Tardo, que vivió en Queens, New York. Murió hace como cuatro años. Llamo a su esposa, Gisela Hernández, de vez en cuando y le digo Gisela estoy contento de cosas que están pasando conmigo' y ella me dice: Nosotros desde que vimos cómo trabajabas y vimos tu obra sabíamos que ibas a llegar. Manolo siempre decía que tú ibas a llegar.' ¡Pero yo no he hecho nada!"
[Bosch]: "Pero estás aquí."
[González]: "En Chicago, estoy muy contento porque he logrado muchas cosas. Cuando era un niñito soñaba con tener este reconocimiento, pero nunca pensé que iba a ser en Chicago. Cuando salgo de Chicago por una semana ya estoy extrañando, porque esta es mi ciudad. El frío es un poco molesto pero el verano es precioso y el otoño de Chicago no lo cambio por ninguno. Nosotros los artistas latinos hemos luchado bastante, ahora hay más portunidades, y yo trato de orientar a bastante gente."
[Bosch]: "Háblame del desarrollo de tu temática y de tu estilo, como empezaste tú a encontrar tu voz artística."
[González]: "Soy un embarrador, pegador de cera ahí y de lo otro, eso es lo que soy. La gente ven y dicen: Ay, qué arte erótico' y yo no veo ningún erotismo, por eso no explico mi obra. Una persona religiosa ve un cuadro y dice: Ay mira, la virgencita María y el niño .' Un científico dice Esto es así y asao, mira la ecuación tal o mascual.' Y el erótico dice: Óyeme, ¿qué tú hiciste ahí muchacho?' Nunca trabajo con una idea determinada, empiezo y van pasando cosas como la gente que dice que ven muertos o espíritus. Mucha gente viene aquí y dicen que ven muertos y les pregunto que dónde están porque no los veo, ellos tienen esa virtud. Yo hago lo mismo, con esa mancha que hay ahí ya veo lo que hay en el cuadro ese. ¿Será la misma cuestión de la gente que ve el muerto? Cuando estoy en las líneas del tren veo maravillas, atracciones, color, cosas oxidadas o cuando lavan los grafittis, que los lavan y se cae la pintura, queda precioso. Siempre voy mirando, la pasión mía, toda la vida he vivido sólo porque estoy casado con mi arte. Adoro a mi arte. Sí, hubiese necesitado de una persona que me haga promoción por las galerías, que sabes cómo son. Pero estoy contento por todo -- creo en Dios, no soy religioso pero creo en Dios, que existe un Dios, porque reímos, porque lloramos, porque sentimos. Dios me ha dado a mí mucho, por eso nunca le pido nada. Las ideas que tengo; dinero, pues toda mi vida he vivido como rico. Soy un pobre rico. ¿Sabes? Conozco gente, músicos, que vinieron de Cuba en los años 50, amigos míos; ellos practican cierta religión que heredaron de sus abuelos y uno me dice: Tú tienes ache,' y le pregunto ¿qué cosa es ache'? No mira, el ache es caerle bien a la gente y también estas protegido.' Y otros me dicen: Tú tienes un ángel de la guarda muy fuerte.' Pero yo no voy a preguntarles ni a consultarles a ellos "
[Bosch]: "Te lo dicen."
[González]: "Me lo dicen. Nunca he ido a una oficinita de esas y creo que no voy a ir. Otro me dice: Tienes un ángel de la guarda, pero no uno sólo .' Y yo estoy por pensar que es verdad. Incluso una gente católica también me lo dicen, y entonces me creo que es verdad. El año que viene voy a cumplir 70 años, este chino viejo que tú vez, y calvo, va a cumplir 70 años. Veo gente de 70 años aquí en Chicago que los pobres ya andan en silla de ruedas. Yo trabajo todos los días, si no es arte es esto o aquello. El hobby mío es cocinar. Digo que todo artista puede cocinar porque el arte es una cosa de creación y cualquier artista puede crear. No cocino por libro, es como el arte, es lo mismo, es algo libre, no hay una pauta. Hay veces que un cuadro me da un trabajo tremendo y nunca sale y otros salen muy fácilmente. Es muy bonita la vida del arte, de los artistas, los pintores, los intelectuales y sobre todo nosotros los cubanos que hemos tenido la suerte o desgracia de hacer nuestra obra en un país que nos parecía extraño y hoy es nuestro país."
[Bosch]: "Entonces te sientes americano."
[González]: "Sí, me siento muy americano, porque aquí nadie me ha dicho el arte que tengo que hacer, ni tengo que ir a ninguna oficina ni ministerio público a decir que pertenezco a tal o mascual partido. Hago aquí, si me da la gana, un papalote, o una tiñosa frita o la comida que te voy a preparar, o unos espárragos o ardilla estofada como hacía antes Toulouse-Lautrec. Nadie me tiene que ordenar ni yo tengo que pertenecer a ninguna institución y cuando hay un conflicto en el mundo, mi nombre no se usa sin mi autorización para decir que Eladio apoya esto o lo otro. Ahí está la guerra ésa, pero aquí uno tiene la libertad de elegir y decir me gusta o no me gusta' y no eres enemigo de la patria por eso. El artista puede no tener ropa o comida, pero el artista lo único que no puede es vivir sin libertad. La libertad es lo principal, es como el espíritu que se respira. El artista no puede estar bajo ninguna bota, individuo o sistema que lo esté presionando o pisoteando."
[Bosch]: "Eladio, háblame de tu amistad con Rafael Soriano y con Baruj Salinas."
[González]: "Esa fue mi época de Miami, Soriano y Salinas son la otra familia. Yo nací en una familia de chinos mestizos, pero la otra familia del arte no tiene color, tiene cariño. Somos una gran familia, no todos los artistas llegan a tener la afinidad que tenemos. Baruj, Milagros y Rafael Soriano son unas personas encantadoras. Estaríamos muy diferentes si la gran cantidad de artistas cubanos de Miami fueran y tuvieran ese carisma y esa honestidad que tienen Baruj y Rafael Soriano. Todo el que toque a la puerta de Baruj buscando una ayuda la ha tenido. Baruj es alguien que quiero mucho; Baruj es un gran artista. Como un compañero que tengo en Cuba que es negro, no importa. Los artistas no tienen raza ni color, ahorita hasta ni sexo. Baruj ha venido aquí, hemos hecho exhibiciones juntos muchas veces, cuando yo estaba asociado con Mahoney, Baruj y yo hicimos exposiciones en su galería del downtown. Baruj siempre ayudándome, bueno, el que nos puso en contacto a ti y a mi fue Baruj."
[Bosch]: "Yo fui a hablar con Baruj sobre un show y artistas y él enseguida me dijo: Eladio tiene que estar.' Fue lo primero que me dijo."
[González]: "También aquí hay un grupo de médicos amigos míos que van a Miami y les digo que vayan a visitarlo. Realmente hay muy pocos como Baruj. A Soriano y a Milagros los conocí hace 50 años. Acuérdate que te dije que soy un chino de esos verduleros de campo, de un pueblo que se llama Itabo en la provincia de Matanzas. Llegué a Matanzas hace 50 años y hace 50 años que los conocí. En el año 1956, cuando se premiaba el arte en Cuba, me gané esa beca y no tuve que decir la asociación que tenía mi familia ni en qué partido estaba afiliado, y mi padre era el jefe del partido liberal, de los pobres y de los negros. Por eso digo que fui premiado cuando se premiaba el arte en Cuba, en 1956, haya dictadura o no haya. Yo no estoy con ninguna dictadura ni de izquierda ni de derecha, la libertad es la que importa. Así que ya saben que este artista fue premiado cuando se premiaba el arte en Cuba. Baruj y Rafael fueron los cimientos de ese arte tan efervescente que hay en Miami ahora. Ellos fueron la base, cuando llegaron a Miami hacían sus venticas en casas privadas. Naturalmente ellos hicieron aquí parte de su nombre."
[Gracia]: "Bien, Eladio, ahora queremos continuar hablando un poco más de esta triple identidad que tienes. Tú dices que eres chino, mulato, europeo "
[González]: "Mi abuelo vino de China. Había un refr<n en Cuba que decía: Chino Manila pa' Cantón. Y es que había un grupo de chinos que parece que los filipinos no querían. Entonces iba un galleon -- eso es lo que yo digo, no es que sea la realidad, es lo que le digo a la gente para adornar la cuestión -- iba un galeón rumbo a España y paró en Cuba y se bajó mi abuelo. Ahí conoció a mi abuela, una señora mestiza, Cristina Delgado."
[Gracia]: "¿En qué año era esto más o menos?"
[González]: "Mi abuelo vino en 1800, pero nunca reclamó su apellido chino. No sé si vino en contrato o como esclavo. Creo que vino en contrato pero nunca reclamó el apellido chino."
[Gracia]: "Pero tú me dijiste, cuando te preguntJ que cómo era que te llamabas González, que los antepasados mRos [los espaûoles] no te dejaron usar el nombre chino."
[González]: "Esas son cosas que le digo a la gente. No sé si la vida es dramática o qué, pero mi padre era igual que yo. Me decía mi primo, el que acaba de morir: Tú eres pinto, rabón y mocho, igual que tu padre.' Y es que mi papá no tomaba nada en serio. La gente dramática no tiene mucho chance conmigo porque me gusta que la gente esté alegre. Mi abuelo chino parece que educó bien a sus hijos. Mi abuela era mulata. Ella me dijo que era hija de francés y de negra -- tiene que haber sido nieta de esclavo. Mi tío, el primero, es blanco, mi papá es chino al igual que los otros hermanos. El asunto es que los educaron bien. Mi padre era brillante pero aunque mi abuela no sabía leer le gustaba la literatura y se compraba libros y mi padre a los 12 años se había leído todos los clásicos leyéndole a la madre. Mi padre era brillante, la persona más inteligente que he visto. No se educó porque se dedicó a hacer niñitos, once. Era empleado público, siempre vivieron en el pueblo. Yo no, porque a los 16 aûos ya vivía en Matanzas. Pero parece que cuando llegaba con su maletín del Ministerio del Trabajo -- él era inspector de trabajo -- parece que de mirar a la vieja nada más, ella salía encinta. O la vieja tenía buena fertilidad; sí, tiene que haber sido eso porque ella se murió hace como cinco años de 109 años."
[Gracia]: "¡No me digas!"
[González]: "Y el último año me mandaron un tape de ella y todavía andaba con su bastón de mando. Ella era hija de montañés, de tu gente, de Santander y de negra cubana."
[Gracia]: "¿Y tu padre, cuánto vivió?"
[González]: "102 por ahí."
[Gracia]: "Entonces a ti te quedan 30 ó 35 años."
[González]: "No, porque ellos comieron otro tipo de comida. Yo era pequeñito y recuerdo que el lechero traía la leche, y cuando abrías la cantina en la parte de arriba ya se había hecho la mantequilla, la carne todavía temblaba cuando llegaba a la carnicería de lo fresca que estaba. Los plátanos tenían toda esa resina que te manchaba la ropa, eso era divino. Creo que las cosas del arte vienen por mi madre, no sé si por lo negro o por lo español. Mi madre bordaba mucho, tejía, era una mujer bien fuerte, una mujer de orden, pero no era prejuiciosa. Yo siempre estudié en escuela pública. Mi madre crió a mucha gente, me tuve que ir a vivir a casa de mi abuela porque a veces llegaba de la escuela y no había comida, la había regalado y en casa de mi abuela había siempre mas comida. Así era como era la gente en Cuba. Ya en los años cincuenta y pico la familia tenía una posición económica en que podíamos ir a la playa y me llevaban a La Habana. Yo se lo digo a Tony López, el escultor: Mi hermana me llevaba a ver tu estudio ahí en Galiano, cuando estaba chiquito.' Y Tony me decía: !Pero yo no estoy tan viejo!' Me llevaban a Bellas Artes también. Le tengo que dar gracias a Dios por el lugar en que nací. Por eso digo que las personas son como un edificio, tienen que tener buen cimiento. Si haces buenos cimientos se mantiene si lo haces en un pantano se derrumba."
[Gracia]: "Pero tú te sientes chino, cubano, mulato, dime como te sientes, porque realmente eres muy blanco. Así que cuando digas que eres mulato van a decir: pero mulato de dónde."
[González]: "Mira, yo soy más blanco que tú, soy más negro que el negro, soy más chino que el chino. Soy un crisol. Por ahí hay un video mío de Univision que te voy a poner. Soy producto de un party que hubo en Cuba, vinieron españoles, negros, chinos y de ahí salí yo. Yo no veo la raza, yo veo la calidad de la persona pero yo digo que soy mestizo, negro y chino que esto y lo otro, pero prácticamente me he dado cuenta de que funciono como asiático. Como ves, los asiáticos no compran lujos, no se exceden comprando cosas que no necesitan o porque fulanito se compró un automóvil me voy a comprar un carro. Los asiáticos son así, metódicos para los asuntos del dinero. Pero si una persona tiene una necesidad, sale el dinero. Es una filosofía muy bonita, la del asiático."
[Gracia]: "Sí, muy ordenados para sus asuntos económicos. Bueno Eladio, ya estamos llegando al final, la cuestión es: ¿quieres decir algo para terminar? Porque ésta es una oportunidad para hablar y presentarte. ¿Hay algo de que no hemos hablado que te gustaría decir?"
[González]: "Decir algo de nuestro país, porque aquí me quedo para siempre, porque todos los que hemos llegado como nosotros debemos darle gracias a este país que nos ha acogido como nos ha acogido a todos. Me siento mejor que en Cuba; no sé si en Cuba me hubiera podido desarrollar como me he desarrollado y no solo ahora, con el sistema malo ese que hay, sino antes. Y el estímulo de tanta gente que me ha apoyado. Gracias a los EEUU y gracias a Chicago."